sábado, 18 de julio de 2015

Lo que ha sido tercero de Medicina

Algo más de una semana después de terminar el curso, por fin tengo tiempo para ponerme a escribir. Pensaba que al empezar las vacaciones vendría eso de relajarse inmediatamente, pero entre buscar piso y arreglar papeles ha sido una semana intensa. Y también salir, salir mucho, además de las prácticas de verano que ya he empezado.

En cuanto al curso... Éste curso para mí ha sido distinto a los dos que ya llevaba. Pensaba que sería difícil, claro, como todos. Pero no pensaba que se me haría tan complicado por todo. No pensaba que tendría que estudiar tanto, ni que estudiando tanto no saldría contenta prácticamente de ningún examen. No sabía que gente que conozco que nunca había suspendido nada se iba a estrenar, ni que un tipo test podía llegar a ser tan enrevesado.
Tercero me ha parecido complicado, y bastante. Todo el mundo en mi facultad dice que la Medicina de verdad empieza en tercero, y que es el curso más complicado tras quinto. Siempre piensas eso de 'tampoco será para tanto', pero lo cierto es que para mí sí ha sido para tanto. Y entre eso, que la mayoría de las asignaturas no han sido santo de mi devoción y otros problemas personales, debo admitir que en la primera mitad del curso me sentí decepcionada. Decepcionada porque esperaba otra cosa de tercero, pero sobre todo porque creía que podría afrontar la situación de otra manera y no tirar la toalla. Fue entonces cuando me desmotivé con todo, incluida la carrera, y dejé de ir a clase. Cuando ya tenía que ponerme a estudiar se me hacía pesadísimo y me costaba bastante, pero por fortuna (aunque en ese momento me pareció de todo menos eso) me entró mi famoso agobio y me puse a estudiar como una condenada, aunque sólo fuese por no tener que llevar nada a septiembre o explicarle a mis padres el motivo por el que suspendía. La verdad que fue más orgullo que otra cosa, pero milagrosamente... Aprobé todo. El segundo cuatrimestre también me pilló entre unos asuntos y otros, pero fue considerablemente mejor que el primero y aunque también me entraron los agobios, aprobé. Así que aquí estoy, bastante cansada pero muy satisfecha de haber conseguido aprobarlo todo. Porque perdí la motivación y de pronto la recuperé y aquí estoy finalmente.

Este curso ha tenido asignaturas que me han gustado bastante y que me arrepiento no haber llevado al día y aprendido más, la verdad. Otras, en cambio, se me han hecho insoportables.
En mi facultad no hacen parciales ni dividen las asignaturas en partes. Aquí todo es jugartela a una y ale, digiérelo como puedas. Por eso estudiarme toda la micro y toda la farmacología a una sin duda ha sido lo peor de este curso. En parte porque no me gustan, porque aprenderme nombres porque sí se me da fatal y porque el modo de plantear el examen (aquí nada es menos importante, la tontería más gorda se puede preguntar tanto como lo más importante) me parece fatal de principio a fin. Y entre nombres de bacterias, hongos, parásitos, antibióticos, vías de administración, efectos adversos y una lista de cosas, casi pierdo la cabeza.
También hay asignaturas que me han gustado y no me han costado tanto, como psiquiatría o digestivo, aunque claro, a nadie la gusta aprenderse las cosas de prisa y corriendo. Por supuesto entre éstas y las otras ha habido asignaturas muy asequibles, pero muy pocas (una por cuatrimestre y gracias).
Pero ya ha acabado todo y espero que de aquí en adelante la cosa mejore, que las asignaturas me gusten más y que las prácticas me terminen de ganar.
Ya he empezado las prácticas de verano y al menos eso sí que me gusta, además he podido elegir de entre todas la especialidad que he querido y ahí estoy todas las mañanas, en el quirófano, que es lo que me gusta y donde me imagino.

Ahora sólo queda salir mucho, dormir más aún, mucha piscina y ponerme al día con series y libros, descansar y reponer las pilas.
Espero que estéis tenido todos un buen verano :)